Siempre se ha dicho que la miel de abeja tiene beneficios para la salud, pero nunca se habían confirmado científicamente. Pero un estudio realizado en el Colegio de medicina de la Universidad de Pensilvania ha logrado demostrar las propiedades de la miel.
En la investigación se dio miel a un grupo de niños con tos y a otros se les dio dextrometorfan y se comprobó que la miel alivió a los niños más pronto con solo una cucharada antes de acostarse.
Esto sucedió porque la miel se fija al tejido inflamado produciendo una capa de protección, logrando que se reduzca el dolor de garganta y la tos. Pero hay que tomar en cuenta que no se le puede dar a menores de un año porque si la miel no se procesó bien puede causar botulismo (paralización en los músculos).
Pero la tos no es lo único cura la miel, además es un buen cicatrizante, antiséptico, regenera tejidos, previene infecciones, combate la anemia y defensas bajas, fortalece los huesos y músculos entre otros. Y todo esto está comprobado científicamente.
Por medio kilogramo de miel las abejas necesitan hacer entre 22 millones de viajes a las flores para recoger su néctar, pero pocos saben el trabajo que se requiere hacerlo.
